Cómo, cuándo y con qué herramientas de jardinería podar nuestros árboles y arbustos

El cuidado y mantenimiento de nuestras plantas y jardines es fundamental para su buen crecimiento y floración y el momento óptimo para hacerlo es antes de la aparición de las hojas.

Por ese motivo, para saber cuándo realizar la poda, debemos conocer los tiempos de crecimiento de cada planta, en que época salen las hojas, cuándo tiene lugar la floración y, también saber qué tipo de poda vamos a realizar, si es estética, de mejora de la salud, de crecimiento o floración, por eso os dejamos este calendario de poda:

Poda según la época del año

Cada planta requerirá una poda en una u otra época del año, pero por lo general, el mejor momento para podar es antes de la aparición de las hojas, ya que los cortes realizados cicatrizan mejor y se reduce el tiempo de generar enfermedades.

En los meses de julio y agosto empieza la poda de verano, que dura hasta finales de septiembre, y consiste en la poda de formación de árboles ornamentales y frutales. La poda de verano se realiza, sobre todo, para controlar el tamaño de los árboles grandes, abrir las copas y controlar el crecimiento desenfrenado de algunas plantas. A finales de agosto es buen momento para podar setos de hoja perenne, ya que en esta época su crecimiento vegetativo se ralentiza. Y cuando llega septiembre es importante cortar las ramas que han crecido en exceso y enmarañan la planta.

El mes por excelencia para la poda es febrero, donde se realiza la mayor parte de poda de formación y mantenimiento a los árboles ornamentales, así como la poda de floración de arbustos y plantas trepadoras. Y en marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera, se suele hacer poda de floración y todo aquello que no se haya podado en febrero. Además, es la ocasión de podar arbustos, aprovechando que ya han experimentado la floración.

Calendario según el objetivo de la poda

La clave del éxito de la poda es tener presente para qué se hace.

• Poda de formación: su objetivo es dar a las plantas un aspecto y forma determinado. Se debe realizar en plantas que sembramos o reprodujimos a partir de esquejes. En plantas jóvenes la poda se hace justo después del despertar vegetativo, es decir, de que empiecen a florecer en primavera. En plantas adultas, elegiremos el momento según queramos que crezcan las diferentes ramas o, si queremos que se ralentice su crecimiento.
• Poda de mantenimiento: la haremos en plantas ya formadas y nos limitaremos a cortar lo imprescindible, para no modificar su aspecto típico. Este tipo de podas se suele practicar a finales de otoño o durante el invierno. Si son de hoja caduca, la realizaremos cuando las hayan perdido todas, si es perenne cuando no tengan actividad vegetativa.
• Poda verde: se realiza cuando sí que hay actividad, y sirve para mantener los setos dentro de los límites establecidos o eliminar partes florecidas.
• Poda de desmoche: consiste en recortar la parte superior de los árboles y arbustos para frenar el crecimiento en altura. Así, conseguiremos que se ensanche la copa o que el seto adopte una forma plana.
• Poda de amputación: es una poda que se realiza a las especies de hoja caduca y que, una vez recuperada, retoman el crecimiento con más fuerza. Sirve para rejuvenecer las copas de las plantas.

Máquinas para podar

Tan importante es cuándo podar como el cómo hacerlo. Para una poda eficaz y beneficiosa para el crecimiento de las plantas, es vital tratarlas con las herramientas adecuadas que garanticen seguridad y comodidad.

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